martes, 7 de junio de 2016

LA HIGIENE EN LOS ALIMENTOS

La importancia de la higiene de los alimentos

Sabía usted que más de 200 enfermedades conocidas son transmitidas a través de los alimentos? ¿Y que en el mundo una de cada diez personas se enferma por consumir alimentos contaminados?

Las cifras, que corresponden a datos relevados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), son alarmantes. Sin embargo, se trata de números que bien pueden revertirse con una adecuada preparación y manipulación de los alimentos.

Básicamente se trata de cumplir con cinco claves o pasos: mantener la limpieza, separar alimentos crudos de cocidos, cocinarlos completamente, mantenerlos a temperaturas adecuadas y usar agua y materias primas seguras.

De esta manera, se evita la propagación de los microorganismos responsables de la mayoría de las enfermedades de trasmisión alimentaria. Es importante destacar aquí dos puntos fundamentales: lMuchas veces las personas que padecen episodios de enfermedades de este tipo desconocen que su dolencia tiene origen en los alimentos.se trata de un problema de países pobres o ricos: las enfermedades de transmisión alimentaria afectan tanto a los países desarrollados como en desarrollo.



Cinco pasos clave

1-MANTENGA LA LIMPIEZA: El lavado de manos resulta fundamental. La OMS realiza un punteo de las ocasiones en que debe hacerlo: lAntes de preparar alimentos y durante su preparación. lDespués de ir al baño. lAntes de comer. lDespués de manipular carnes rojas o blancas crudas. lDespués de cambiar el pañal a un bebé o de sonarse la nariz. lDespués de tocar sustancias químicas (incluidos productos de limpieza). lDespués de jugar con mascotas. lDespués de tocar la basura. Además, lave y desinfecte las superficies y elementos que utiliza para prepara las comidas y proteja los alimentos de insectos y otros animales.



2-SEPARE ALIMENTOS CRUDOS DE COCINADOS:
La razón es sencilla: los alimentos crudos y sus jugos pueden contener microorganismos transferibles a otros alimentos, no solo durante la preparación, si no durante su conservación. La separación de las carnes rojas y blancas crudas del resto de los alimentos debe abarcar a los utensilios que emplea. A la hora de llevarlos a la heladera deben ser guardados en recipientes diferentes.



3-COMPLETAMENTE COCIDOS: Una cocción adecuada puede matar casi todos los microorganismos peligrosos. Se ha demostrado en estudios que cocinar los alimentos a una temperatura de 70° C puede contribuir a garantizar su inocuidad para el consumo. Si utiliza el horno microondas tenga en cuenta que su cocción no es pareja. Las partes que quedan frías pueden ser un lugar apto para que sobrevivan las bacterias. Por eso, asegúrese de que la temperatura sea pareja en toda la comida. Por otra parte, certifique que los recipientes que introduce en el horno microondas sean aptos, de lo contrario pueden liberar sustancias químicas tóxicas.


4-TEMPERATURA ADECUADA: Los microorganismos responsables de las enfermedades de transmisión alimentaria se pueden multiplicar con mucha rapidez si los productos que consumimos se conservan a temperatura ambiente. Por ello: lNo deje alimentos cocinados a temperatura ambiente durante más de dos horas. lRefrigere lo antes posible los alimentos cocinados y los perecederos. lMantenga la comida muy caliente (a más de 60° C) antes de servir. lNo guarde alimentos durante mucho tiempo, aunque sea en el refrigerador. lNo descongele los alimentos a temperatura ambiente.


5-AGUA Y MATERIAS PRIMAS SEGURAS: Si se cocina con alimentos seguros, se evita la propagación de enfermedades. Entonces, utilice agua segura o trátela para que así sea, preste atención a la hora de seleccionar sus alimentos optando por los frescos, sanos y procesados para su inocuidad (como la leche pasteurizada), lave frutas, verduras y hortalizas.








La importancia del lavado de frutas

La mayoría de las frutas, así como las verduras, son consideradas cada vez más como alimentos propios de una alimentación saludable. No obstante, su consumo generalizado puede y de hecho da lugar a una importante cantidad de procesos de origen infeccioso. Uno de los principales problemas se relaciona con la elevada contaminación derivada de su producción.

Las superficies de las frutas se contaminan con frecuencia con heces de insectos, aves o con restos de suelo. Sin embargo, la mayoría de los consumidores no son del todo conscientes del problema que puede suponer este tipo de contaminación. Es curioso que, en las verduras, se produzca todo lo contrario, y de hecho, se suelen emplear diversas sustancias desinfectantes con la finalidad de garantizar su seguridad.

Esta diferencia puede estar relacionada con las características especiales de las frutas. Por una parte, se sabe que la mayoría crecen en árboles, alejados de animales y del suelo. Además, todas las frutas poseen una cubierta externa, más o menos gruesa, que les confiere rigidez y aislamiento.

Sin embargo, esto no es suficiente, ya que frutas como las fresas, los melones o las sandías crecen muy cerca del suelo, lo que implica que todos los vegetales estén expuestos a las inclemencias del tiempo y al acceso de algunos animales e insectos. Todo esto, junto con la manía constante de la mayoría de consumidores de tocar las piezas de fruta antes de su compra, da una idea de que quizás debería plantearse la higienización de las frutas como una acción interesante desde un punto de vista de la seguridad.






La importancia de lavar bien frutas y verduras, sin restarle valor nutricional






En principio, hay que recordar que se recomienda comprar siempre los vegetales y hortalizas al momento de que se vayan a consumir, o en todo caso, no se recomienda hacerlo si no se van a comer en un plazo de entre tres y cuatro días, ya que se trata de alimentos sensibles y perecederos.

Para mantenerlos en buen estado deberán siempre mantenerse en refrigerador, y conservarse ya limpios. Para ello, habrá que colocarlos en el lugar reservado de la nevera para las verduras, en su compartimentos especiales (para evitar la contaminación cruzada).

Otro consejo útil a la hora de comprarlas es elegir siempre las que están situadas bajo una luz fluorescente en las góndolas (sea en los supermercados o en los distintos comercios donde se vendan), esto se recomienda porque dicha luz ayuda a mantener los nutrientes de las piezas y las conserva frescas por más tiempo. La luz fluorescente evita la fotosíntesis y preserva en gran medida las vitaminasnaturales de las verduras y frutas.

Por el contrario, las conservadas en bandejas o envueltas en papel transparente se estropean mucho antes.


Pues bien, para lavar las verduras y frutas, ten presente los siguientes consejos:

*Se recomienda lavarlas bien antes de conservar en heladera y también al momento de cortarlos y prepararlos. No olvidar tampoco la correcta higiene tanto de la superficie de preparado de alimentos como de los utensilios que se empleen.

*Es aconsejable frotar las cáscaras duras y rugosas, y las verduras en general con un cepillo, para ayudar a limpiar la tierra que pueda quedar entre los pliegues. La medida será aún más adecuada si se trata de verduras que se consumirán con piel.

*El primer lavado se deberá hacer a conciencia, las piezas enteras se colocarán bien bajo el chorro de aguay se frotarán con un poco de presión. En el caso de verduras de hojas, habrá que lavar una por una debajo del agua del chorro de agua. Se recomienda el uso de bicarbonato de sodio y vinagre, para desinfección, sino también de lejía (aunque la primera opción será más natural y sana).

*No dejar en remojo por más de diez minutos, ya que perderán sus nutrientes, en especial, las vitaminas solubles en agua. En este sentido, vale mencionar un caso especial, el de los tomates: si se mantienen sumergidos por más de cinco minutos se deterioran, y las cebollas también comienzan a reblandecerse demasiado y se estropean pasados los dos minutos.

El caso excepcional son las setas: no es aconsejable pasarlas por agua, sino que es necesario eliminar restos con un paño o un papel impregnado con vinagre. Se puede utilizar desinfectante apto para alimentos o un poco de vinagre en el agua, luego deberán enjuagarse para eliminar cualquier resto de desinfectante. Para secarlas, con un trapo limpio o un papel de cocina estará bien.





¿Cuál es la mejor manera de evitar la intoxicación alimentaria?



  • Lávate las manos con agua caliente y jabón antes y después de preparar alimentos.


  • Limpia tu encimera, tablas de cortar y los utensilios después de pelar productos y antes de cortar y picar. Las bacterias de la parte exterior de los productos crudos pueden ser transferidas a la parte interior cuando se cortan o pelan.

  • Lava las superficies de la cocina y los utensilios con agua caliente y jabón después de preparar cada alimento.

  • No lavar el producto con jabones o detergentes.

  • Usa agua fría potable limpia para lavar.

  • Para los productos con piel gruesa (como las patatas), utiliza un cepillo para verduras para ayudar a eliminar la suciedad.

  • Los alimentos como la coliflor, el colibrí o lechuga deben ser remojados de 1 a 2 minutos en agua fría y limpia.

  • Productos como las frambuesas no deben ser remojados en agua. Pon los productos frágiles en un colador y ponlos debajo del grifo con cuidado.

  • Después de lavar, seca con una toalla de papel limpia. Esto puede eliminar más bacterias.

  • No olvides que los productos de cosecha propia, los de los agricultores del mercado, y las frutas y hortalizas de supermercados debe también estar bien lavadas
.
  • No vuelvas a lavar los productos envasados con la etiqueta “listos para comer”, “lavado” o “triple lavado”.

  • Una vez cortada o desempaquetada, refrigerar tan pronto como sea posible.

  • No compres productos de corte que no estén refrigerados

.








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